CONSEJOS PARA LA BUENA CONSERVACIÓN DE SUS ALIANZAS

El oro es un metal noble relativamente blando

Esto es así, pues de lo contrario no lo podríamos trabajar. Debido a esto, se ralla con el roce y la interacción con otras cosas y puede hasta quedarse marcado si recibe golpes o se cae al suelo.

El oro por defecto es amarillo

Es decir, el oro blanco no existe en la naturaleza, somos nosotros quienes lo volvemos blanco con aleaciones con otros metales y luego le damos un baño de rodio para darle un color más blanco. Este baño de rodio, con el uso y dependiendo del PH de la piel de cada uno, acaba por desaparecer más tarde o más temprano, dependiendo de cada persona. Si cuando pasa esto se quiere recuperar su tono original, pues se deberá rodiar otra vez acudiendo a tu joyería de confianza.

El acabado externo

Una superficie pulida se ralla con el contacto con otras cosas. Así mismo, una superficie matizada también se ralla, pero entonces se produce el efecto contrario y es que se va puliendo la alianza de manera natural. Esto es inevitable, ya que constantemente estamos cogiendo cosas y dando golpecitos sin darnos cuenta (llevamos maletas, abrimos puertas, cortamos con tijeras, nos lavamos las manos y se tocan el anillo de una mano con el de la otra, etc...) y ya hemos dicho que el oro no tiene una súper dureza.

Consejos

Lo importante para tener la alianza como el primer día durante el mayor tiempo posible, es tratarla como se tratan, por ejemplo, unos buenos zapatos. Hay que intentar evitar exponerla a ciertos trabajos y quitársela al llegar a casa para no fregar o ducharse con ella. Hay que tener en cuenta que los jabones y cremas son productos que llevan muchos agentes químicos que también influirán en que el baño de rodio dure más o menos.

Así pues, si deseas conservar tu alianza bonita el mayor tiempo posible ten en cuenta estos consejos y todos los que te pueda dar tu joyero habitual.

Solamente añadir que estos consejos son aplicables a cualquier joya y que te ayudaran a su conservación.